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Techno Pro Hispania: "Vienen años de mucho trabajo en el sector naval para la comarca de Cartagena"

Techno Pro Hispania: "Vienen años de mucho trabajo en el sector naval para la comarca de Cartagena"

Las corbetas de Navantia para la Real Marina saudí, un modelo de buque de tecnología avanzada, forman parte de la enseña de la compañía murciana Techno Pro Hispania, con base en Cartagena. La empresa de servicios de ingeniería para proyectos navales e industriales ha desarrollado todo el paquete logístico de los cinco buques entregados a Arabia Saudí, que han supuesto un hito de calidad y prestigio para la industria naval española.

"Ha sido un gran reto para nosotros, un proyecto largo y complejo, que gracias a nuestro responsable del departamento de Apoyo Logístico Integrado y Apoyo al Ciclo de Vida, Pablo Más Sanchez Tembleque, nos sitúa como referente dentro del sector y de esa especialidad dentro del país", destaca el CEO, Juan Antonio García Solano.

Ligada desde sus inicios, en 2001, a la construcción de submarinos, esta empresa del grupo francés FIVA trabaja ya en la producción de la nueva generación de buques sumergibles, que inauguró el S-80 Plus, nacido en los astilleros de Cartagena. Este hito "convierte a España en autoridad técnica", lo que dará a la comarca de Cartagena y a toda la Región "décadas de mucho trabajo", prevé el empresario.

Es una de las empresas integradas en el Centro Tecnológico Naval y del Mar, en el que participa el INFO, que presta también apoyo a la compañía y colabora con su departamento de I+D+i.

Del 17 al 19 de mayo estará presente en la Feria Internacional de Defensa y Seguridad, en Madrid, en el expositor del INFO.

¿Qué ventajas ha proporcionado hasta ahora la tecnología al sector naval?

El sector naval militar es muy específico. Ha querido implantar ciertas metodologías del sector aeronáutico, pero es muy complejo, porque es posible fabricar varios aviones en cadena, pero producir fragatas o submarinos no es tan sencillo, porque suelen haber diferencias de barco a barco y son series mucho más limitadas en número. La tecnología está ayudando, sobre todo el gemelo digital y la Inteligencia Artificial, pero implica inversiones cuantiosas y quizá avanza más lento de lo que nos gustaría.

¿Por qué avanza más lentamente que en otros sectores?

Por el alto nivel tecnológico que tienen este tipo de construcciones y por la inversión necesaria y la necesidad de resultados inmediatos. Son proyectos con alto valor tecnológico y con requisitos de todo tipo, desde puramente técnicos a seguridad industrial. Todo lo que lleva armamento y sistema de combate es más complejo. Construir un submarino es el proyecto tecnológico que lleva más tiempo. Son millones de horas.

¿Qué tecnologías ayudarán más a superar los retos que tiene por delante el sector, como la descarbonización?

Por ejemplo, la electrificación de una forma general. Aunque las baterías eléctricas se utilizan, van cambiando las tecnologías y sus capacidades aplicadas. El primer paso suele ser la hibridación de sistemas de propulsión. Antes todos los barcos y submarinos convencionales llevaban motores diésel, y ahora todos los de nueva construcción cuentan con sistemas híbridos, por una cuestiones que va desde la propia misión a la seguridad y la disponibilidad.

También se trabaja en proyectos relacionados con el hidrogeno y otros combustibles con menores emisiones para la propulsión de los buques por la descarbonización del sector.

¿Vivimos un momento clave en Europa hacia una estrategia común de Defensa?

Se está trabajando ya en este objetivo. Hay acuerdos entre países y entre astilleros, por ejemplo, para trabajar en una corbeta europea, que se construya entre diferentes países, en los que participen italianos, franceses, españoles y griegos, que han hecho un consorcio para crear este buque común que se construirá en parte en distintos astilleros europeos y que servirá para las distintas armadas de los diferentes países y en misiones relacionadas con otras industrias y programas de defensa. Hay ejemplos de éxito previos como los submarinos Scorpène, y es el camino a seguir en la línea del resto de sectores de Defensa.

¿En qué consistirá ese Mercado Único de la Defensa?

Todo tiene que ver con la competitividad. Europa ha ido a menos en la construcción de buques, tanto civiles como militares. El mercado asiático es el más competitivo y el que más puede representar una amenaza para nuestra producción. Cada vez avanza más hacia buques avanzados tecnológicamente, y en Europa se va imponiendo el discurso de unir fuerzas. Estos países europeos de referencia, que son los que tienen astilleros potentes, buscan nutrir sus Armadas y también ser competitivos de cara a los mercados internacionales.

La posición estratégica del puerto de Cartagena, valorada por todas las civilizaciones anteriores, ¿ha generado una economía potente y con futuro alrededor de sus astilleros?

Cartagena ha sido siempre potente en lo referente al mundo naval, aquí está el Arsenal desde 1732. Lo que está claro es que más recientemente la construcción de los submarinos S-80 Plus ha dado un valor añadido a esa industria auxiliar. Ya no es solo la construcción de los submarinos, sino todo lo que va a traer como mantenimiento. Hasta ahora, España no había sido autoridad técnica en la construcción de submarinos. Todos los que tenemos en servicio, los Agosta, son de autoridad técnica francesa. Cuando haces una gran carena (revisión completa) de un submarino, se tiene que contar con el diseñador para validar aspectos técnicos.

Ahora y con el S-80, la española Navantia es ya la autoridad técnica, y eso requiere de un conocimiento y trabajo ingente, también de una gran responsabilidad. Se ha creado una oficina conjunta entre la Armada y Navantia para hacer frente a esos grandes retos que suponen para el futuro el apoyo al ciclo de vida de los barcos. Eso implicará un trabajo enorme y que haya alrededor una industria auxiliar que esté preparada. Vienen décadas muy importantes relacionadas no solo con la ingeniería y construcción, sino también con el mantenimiento, que darán mucho trabajo a la comarca de Cartagena y a la región de Murcia.

¿Techno Pro Hispania recibirá también parte de ese impulso de crecimiento?

Sí. Nosotros ya nacimos en torno a la construcción de los submarinos. Estamos involucrados ya en los procesos de apoyo al ciclo de vida, trabajando con la Armada y con Navantia en paralelo.

Trabajamos en varias de las actividades relacionadas con la ingeniería y en la ingeniería de producción. Estamos en los procesos de construcción del S-82, del S-83 y del S-84.

¿Cómo serán los submarinos del futuro?

Puede haber muchas evoluciones, desde la propulsión anaeróbica como prevé el S-83 con su sistema que permite inmersiones más largas (hay otros submarinos que ya lo tienen en Europa), pero el sistema previsto para el S-83 Plus es bastante revolucionario. Permitiría que estuviese en inmersión más tiempo de la que actualmente permiten los submarinos convencionales, pasando por los minisubmarinos, unidades no tripuladas, etc.  

¿Cómo gestionan la innovación y la transferencia de conocimiento para buscar soluciones?

Tenemos un departamento de I+D+i, al que queremos dar cada vez más importancia, dirigido por nuestro director técnico, Javier Hernández Duque, en el que colaboran muchos técnicos. Está integrado transversalmente en el departamento de Ingeniería y en continuo contacto con 'startups', universidades, clientes, proveedores de productos y SW. En general, con otros socios y colaboradores del ecosistema I+D+i nacional y europeo.

Trabajamos desde hace más de 6 años en proyectos de I+D+i y colaboramos con el Centro Tecnológico Naval. Con este Centro y las colaboraciones con universidades y otras entidades europeas, hemos conseguido desarrollar varios proyectos en respuesta a varias llamadas europeas relacionadas con la investigación, desarrollo e innovación y, desde entonces, comenzamos a desarrollar ingeniería basada en modelos por nuestra cuenta. Tienen que ver con nuevas tecnologías aplicadas, nuevas herramientas y metodologías de diseño y gestión.

Trabajamos en objetivos como el almacenamiento energético (electrificación del sector naval, baterías, propulsiones, híbrida o 100% eléctricas), nuevos combustibles y todo lo relacionado con la descarbonización y la reducción de emisiones y mejoras para el medio ambiente dentro del mundo naval. También damos mucha importancia a aplicar estas capacidades en proyectos más comunes y mejorar nuestras capacidades tanto en los procesos como en nuestros productos, que al fin y al cabo son los que nos permiten ofrecer un mejor servicio a nuestros clientes.

¿Qué objetivos persigue el proyecto europeo Poseidón, en el que participan?

Es un proyecto especialmente interesante porque es un RIA, Acciones de Investigación e Innovación, que nos permite anticiparnos a las fases iniciales en que una ingeniería como nosotros comienza a trabajar en un proyecto. El Consorcio es muy potente y está muy implicado en el proyecto, que plantea aspectos transversales que van desde el almacenamiento energético en buques, la maximización de potencia (frente a Energía) e investigando y desarrollando nuevas tecnologías aún no habituales en tierra y que deben concebirse para uso marino.

Busca contribuir a la reducción del 90% de las emisiones del transporte marítimo por medio de la mejora del almacenamiento mediante tecnologías diferentes a las de baterías eléctricas avanzadas hoy en día. Se desarrollará un 'demostrador' a bordo de un ferry. Participaremos en la ingeniería, desde la definición de requisitos de equipos y sistemas, pasando por el desarrollo de diseño a los estudios de análisis de riesgos y ciclo de vida. Es un reto muy interesante.

¿Qué perspectivas tienen para este año 2023, entre las incertidumbres que genera la invasión de Ucrania, el alza de los precios y de los tipos de interés, pero con ese flujo de capital y el impulso a proyectos innovadores que llegan de la UE?

Somos positivos, porque los sectores para los que trabajamos actualmente tienen mucho trabajo: el naval, el 'offshore' (proyectos de ultramar) y el industrial. Yo diría que viene un lustro con mucho trabajo. Es cierto que el aumento de los costes de personal está produciendo un incremento en los costes de producción.

Si bien es cierto que vienen años con mucho trabajo para esos sectores, también hay competencia y tenemos muchos problemas para encontrar personal cualificado adaptado al sector.

Necesitamos personal con bastante experiencia, al margen de que nos ocupamos de formar a los trabajadores.

Está suponiendo un reto adaptarse a un mercado cambiante, a unas nuevas generaciones de técnicos y nuevas formas de trabajar, colaborar y gestionar los proyectos.

Van a estar presentes en la Feria Internacional de la Defensa y la Seguridad, del 17 al 19 de mayo, en Madrid, ¿qué expectativas tienen?

Siempre hemos estado presentes en esta Feria como visitantes, pero gracias a la iniciativa del INFO estaremos en el 'stand' de la Región. Muchos de nuestros clientes están presentes y nos permite visitarles y contactar con otros con los que aún no trabajamos.

Con más de 40 proyectos en cartera, entre España y Francia, ¿detectan ese aumento anunciado de la inversión en materia de Defensa?

Es verdad que la guerra de Ucrania ha provocado una mayor atención y potencia el sector de la Defensa. La cartera que tiene, por ejemplo, Navantia para la próxima década nunca la había tenido y ahí podemos aportar.  Pero en otros sectores, los astilleros del norte y del sur están con mucha carga de trabajo. Se ha visto un cambio. Y todo ello ejerce un efecto tractor importante en otros ámbitos y actores que también demandan servicios de ingeniería.

¿Ese nuevo impulso económico nos acerca al nivel de los otros países de la OTAN?

Aún no, sobre todo por la diferencia del PIB. A nivel operativo, en número de buques y gasto en defensa hay una distancia, pero se está trabajando en ese objetivo y se ha mejorado respecto a otros años.

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