Últimos artículos
Nido Robotics: "Trabajamos en un robot subacuático autónomo y programado para cumplir su misión"

Nido Robotics: "Trabajamos en un robot subacuático autónomo y programado para cumplir su misión"

Roy Torgersen, CEO y cofundador de la tecnológica murciana más premiada en los últimos años, pide a los inversores privados más confianza en las 'startups'

La llamada del mar con todos sus secretos dio lugar a la creación del primer robot subacuático de la firma Nido Robotics. En solo tres años ha vendido más de 200 por todo el mundo y cuenta con un talento humano especializado de 23 profesionales en España más dos en Chile. La empresa tecnológica creada en Murcia por el noruego Roy Torgersen se ha convertido en una de las más premiadas de los últimos años. Con estímulos como el premio Emprendedor XXI de La Caixa, hasta el del Emprendedor del Año del INFO, la 'startup' ha ganado impulso para crear su nuevo prototipo de robot submarino autónomo y mucho más resistente.

¿Qué le unía al mar como para crear una empresa dedicada a diseñar y fabricar robots submarinos?

Nací en Noruega, y allí tenemos culturalmente una conexión con el mar. Vengo de familia de marinos mercantes y llegué con 14 años a Murcia, que también es una región costera. Tiene una ventaja estar en esta región, con su historia ligada al mar. Desarrollé una parte importante de mi carrera profesional en el entorno marino y fui militar profesional. Trabajé con la guerra electrónica, lo que me hizo entender los satélites y las emisiones electromagnéticas. Nido Robotics nació de esas experiencias y de mi pasión por el submarinismo, que cultivé en expediciones de búsqueda de aviones hundidos de la Segunda Guerra Mundial como afición. También trabajé como oficial de puente en buques de investigación y he pasado años trabajando por la zona del sureste asiático. De todas esas vivencias vi la necesidad de crear herramientas para explorar las zonas de poca visibilidad.

¿Cómo surgió el primer robot submarino, el Sibiu Nano?

En Papúa Nueva Guinea hay una bahía, la de Simpson, rodeada de volcanes. uno de los cuales entró en erupción y colapsó uno de sus lados. La caldera del volcán se llenó de agua y es buena para el tráfico marítimo. Fue base de operaciones de los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial, y está llena de naves y aviones hundidos. Nos dedicábamos a localizarlos, a recomponer la historia e incluso contactábamos con los familiares de los caídos. En 2012 llevamos a cabo el mayor logro de la expedición, ya que logramos contactar con los descendientes de 19 fallecidos en la caída de un avión militar de transporte australiano que se estrelló en medio de una tormenta solo 9 días después de terminar la guerra. Jamás los habían encontrado hasta que nosotros dimos con ellos. Era un capítulo importante en la vida de mucha gente. Ahí me di cuenta de la baja eficiencia que teníamos como buzos en condiciones muy cambiantes, y de la necesidad de tener un dron subacuático. Los militares disponían de esa tecnología desde los años sesenta para el armamento, después fue empleada en el sector petrolero, incluso en aguas profundas de los yacimientos del Mar del Norte y en Brasil, pero era muy costosa. Un robot costaba millones de euros y necesitaba de tripulaciones muy especializadas. Por eso pensamos en crear Nido Robotics, para proporcionar herramientas a los pioneros, los innovadores industriales, los exploradores y las empresas que antes no podían acceder a esta tecnología por su elevado coste.

¿Qué ventajas le aporta a un equipo de investigación o una empresa que necesita trabajar en los fondos marinos?

Evita poner a los buzos en situaciones peligrosas. Si se pierde una máquina, no pasa nada, como aquel robot que fue hecho pedazos en una inspección de un depósito de agua con bombas de succión. Nuestros robots han logrado democratizar el acceso a una tecnología que hasta ahora solo estaba en manos de unos pocos. Ayudamos a los científicos a hacer más ciencia, a las empresas a ahorrar costes y, en general, a hacer posibles muchas actividades que hasta ahora suponían un coste elevado que solo se podían permitir unos pocos.

¿El mar guarda las claves del futuro de la humanidad y de la nueva economía, no solo con la pesca o el transporte?

Hay un estudio de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCDE) que valora la economía del océano en 2010 en 1,5 billones de dólares ('La economía del océano en 2030'). Señala que “para muchos, el océano es la nueva frontera económica. Depara la promesa de una enorme riqueza de recursos y de un gran potencial para impulsar el crecimiento económico, el empleo y la innovación. Y se le reconoce cada vez más como indispensable para abordar muchos de los desafíos generales que enfrentará el planeta en las próximas décadas; desde la seguridad alimentaria mundial y el cambio climático hasta el suministro de energía, los recursos naturales y una mejor atención médica”.

Las previsiones indican que entre 2010 y 2030, en un escenario “normal”, la economía del océano podría aumentar más del doble su contribución al valor agregado mundial, llegando a superar los USD 3 billones. En especial, se espera un fuerte crecimiento en la acuicultura marina, la energía eólica en alta mar, la industrialización del pescado y la construcción y reparación de buques.

Es una parte importante de nuestro futuro a nivel económico y de subsistencia. Los problemas del calentamiento global nos enfrentan a nuestra capacidad de sobrevivir.

¿Cuál es la ventaja competitiva del robot subacuático de Nido Robotics con respecto a otros que haya en el mercado?

Nuestro objetivo era dar acceso a personas que antes no podían contar con tecnología para realizar sus proyectos e investigaciones, no solo trabajos económicos, sino también para los exploradores. La Universidad de Sevilla solo podía hacer un proyecto de investigación al año porque tenía que arrendar un barco y la maquinaria necesaria, pero con un robot en propiedad pueden hacer muchos proyectos.

Nuestrio enfoque siempre fue hacer una herramienta de trabajo. Son robots robustos y modulares. Si los comparamos con una camioneta, puedes instalarle una cámara frigorífica, un container u otros complementos para darle diferentes funciones. Son vehículos de navegación autónoma y emplean un software que los hace más inteligentes que otros en el mercado.

¿Qué ventajas proporciona a las empresas contar con un robot en propiedad en lugar de alquilarlo ocasionalmente?

Genera un crecimiento exponencial en investigación, en trabajos de inspección, etc. Puedes tener un mayor control de tu instalación y del impacto ambiental. Por ejemplo, en una planta que tiene que controlar las especies invasoras, la agresión al medio ambiente es menor al reducir el uso de productos para limpieza porque actúas de manera constante y evitas poner en peligro a los trabajadores.

¿Qué función desempeñan mayoritariamente en las empresas que los compran?

Los primeros años se vendían sobre todo para la investigación, pero después también para la industria. De hecho, entre nuestros clientes se encuentran Endesa, Sacyr o Acciona. Ya hemos vendido más de 200 robots en todo el mundo. En general nuestros robots subacuáticos se pueden utilizar para análisis de aguas, inspecciones en aguas hostiles, inspecciones en instalaciones industriales subacuáticas, inspección de tuberías, de cables submarinos, de cascos de buques, toma de muestras, salvamento, seguridad, etc. Son numerosos los usos para los que se emplean.

¿Tuvo planes de expansión internacional desde el principio?

Desde el día uno. Comenzamos la proyección internacional en Polonia, Alemania y Rusia. La primera campaña del Sibiu Nano tuvo un gran impacto en varios países como Japón, China, Rusia, Europa y Estados Unidos, pero también contamos con una demanda amplia en España. El 52% de los robots se han quedado en el mercado nacional. En Chile hemos tenido un especial arraigo desde que vimos que nuestra página web recibía de allí una gran parte del tráfico debido al sector de la cría de salmón en piscifactorías, que emplea tecnología subacuática mientras que en España aún se trabaja mucho con buzos. Ya tenemos en Chile una oficina y a dos representantes.

¿En la Región de Murcia han encontrado demanda?

Hemos vendido en la Región algunos robots, y también la modalidad de servicio directo que incluye una intervención en concreto con nuestros equipos con un objetivo limitado. Se da sobre todo en los sectores industrial y de acuicultura. En investigación también funcionan nuestros robots. La Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) y la Universidad de Murcia (UMU) tienen máquinas nuestras.

¿Cómo ha evolucionado el Sibiu Nano desde su nacimiento?

Se lo debemos a un investigador de la UPCT, Francisco López, que confió en nosotros y nos compró el primer prototipo. Ese primer pedido ayudó mucho al resto del proceso. Su apuesta nos impulsó a acelerar los procesos y desarrollar nuestro primer vehículo submarino teledirigido.

Con las siguientes evoluciones del Sibiu Nano no hay color. Es cuestión de robustez. Como si comparas un utilitario con una camioneta, que es el Sibiu Pro, con muchas más funcionalidades y capacidades, de mayor tamaño y peso. Puede tener elementos adicionales, sensores, complementos de limpieza y demás complementos que le permiten hacer muchas más cosas. Si en 2019 hemos hecho muchos avances, en realidad va a ser una minucia comparado con el desarrollo previsto para 2020. A finales de este año, si todo va bien, los robots podrán funcionar sin cable, programados para cambiar de ruta si hallan obstáculos y terminar la misión. Ese nuevo robot será más grande, preparado para la industria 'offshore' (de ultramar), petroleras o proyectos de investigación de aguas profundas pues podrá sumergirse y funcionar en torno a mil metros de profundidad y con funcionalidades avanzadas. Si el primero era un utilitario, este será un semitrailer. Hablamos de robots inteligentes, y no descartamos aprovechar nuestra tecnología para crear drones aéreos y terrestres.

¿Cómo hacen frente al alto nivel de exigencia que supone mantener una innovación constante en el campo de la tecnología, que precisa de inversión y de personal altamente cualificado?

No es fácil. Siempre fuimos buenos exprimiendo recursos a nuestra disposición. Hemos trabajado muchas horas. Requiere tiempo, esfuerzo y buscar ayudas, subvenciones y utilizar las herramientas públicas para crear empleo e innovar. Nos hemos beneficiado de los programas del INFO. Es una ventana estar en Murcia por la relación cercana con la agencia de desarrollo económico. El año pasado generamos una facturación de 800.000 euros, y obtuvimos en préstamos de fondos europeos y regionales otros 800.000 euros.

Además, contamos con gente muy comprometida, a la que le apasiona lo que hacemos. Es importante contar con profesionales con capacidad creativa autónoma y especialización. Todos los técnicos la tienen en robótica y mecatrónica.

¿Buscan talento en el ámbito universitario?

Sí. En 2019 lanzamos un programa de desarrollo profesional para recién egresados de la universidad, llamado 'Graduate engineer', con 9 meses de prácticas becadas para iniciarse en la cadena de producción para aprender cómo se fabrican los robots. Después los becarios pasan al departamento de I+D, después a Operaciones, y así todo el proceso para conocer cómo funciona de forma global. También nos interesan los perfiles de FP. Tenemos un convenio con el IES Politécnico de Cartagena y otros centros de Formación Profesional de la Región desde donde llegan alumnos que trabajan en áreas como el marketing o la producción.  En nuestra opinión la FP está infravalorada en España y se le debería dar mucho más empuje.

¿Cómo han logrado financiación, al margen de las subvenciones del INFO?

Al principio nos financiamos gracias a las ventas de productos de terceros, para enseguida empezar a vender los nuestros propios. Hemos hecho algunas rondas de financiación pequeñas con Business Angels y hemos participado en proyectos europeos como Robot Union y Horizonte 2020 (H2020 Instrumento PYME). Además, hemos ganado algunos premios que incluían una dotación económica, y también obtuvimos un préstamo Emprende del INFO para invertir en nueva maquinaria. Hemos sido cautelosos con el dinero, lo que nos ha permitido un crecimiento lento pero robusto porque hemos construido una buena base.

¿Augura un futuro próximo en el que los robots se ocupen cada vez más de tareas humanas?

Dado el gran avance que ha tenido la informática y la tecnología en las últimas décadas, no me cabe duda de que en pocos años las personas seremos, cada vez más, supervisores de trabajos realizados por robots y esto nos llevará a la necesidad de una mayor especialización porque, definitivamente, el trabajo no especializado se podrá realizar mecánicamente. Los trabajos que van a desaparecer son los trabajos mecánicos, repetibles.

Cada vez más empresas murcianas destacan en el ámbito de la tecnología, ¿cómo ve el desarrollo de la innovación en la Región?

Es una ventaja estar en Murcia por la cercanía que ofrecen las instituciones públicas, las universidades y el acceso a la financiación y el talento. Tenemos tres universidades, y cerca a la de Alicante, donde ofrecen un grado y un máster en Robótica, igual que en la de Albacete lo hacen con una de Ingeniería Aeroespacial. Tenemos la posibilidad de atraer talento muy puntero. Hay empresas murcianas muy avanzadas a nivel técnico. Tal vez tendremos que mejorar nuestra capacidad de vendernos, algo que podríamos aprender de los americanos. Puede que padezcamos un poco de complejo, pero hay que mostrar que aquí no solo hay agricultura. Tenemos el mejor distribuidor de productos farmacéuticos con plantas automatizadas, fabricamos piezas para Boeing y Airbus, y crecen 'startups' murcianas muy competitivas. Nos falta autoestima. Y creo que también sería necesaria una reinversión de las fortunas privadas, que están aún muy ligadas a los sectores de la construcción y de la agricultura. Necesitamos un caso de éxito de inversores en 'startups' murcianas que hayan visto el retorno para impulsar un mayor movimiento de los capitales privados.

 

PARA SABER MÁS...

 

- Sobre LA ECONOMÍA DEL OCÉANO en 2030: