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Cristóbal Sánchez, CEO de Microgaia: “Proporcionamos herramientas que facilitan al agricultor información para ser más sostenible, competitivo y aumentar la calidad de sus productos”

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Trabajamos para cambiar el modelo de protección preventiva en la agricultura

Con datos objetivos y elementos de juicio puedes operar de forma más racional, ecológica y eficiente 

La Región está a la vanguardia en las técnicas agrícolas y en la tecnificación, por lo que es la más susceptible de ser sostenible

Cambiar el modelo de protección preventiva sistemática en la agricultura, basado actualmente en tratar los cultivos en base a calendarios establecidos de antemano, por una prevención objetiva, basada en datos analíticos para asegurar que los cultivos estén protegidos. Este es uno de los principales objetivos de Microgaia Biotech, una spin-off surgida del CEBAS-CSIC y que está implantada en el Parque Científico de Murcia, gestionado por el INFO.

Cristóbal Sánchez, CEO de Microgaia Biotech, explica que “la empresa nació en 2007 con el objetivo de proveer a los agricultores de bioproductos funcionales orientados al control de enfermedades y la mejora de la fertilización en los cultivos, optimizando el rendimiento, a la vez que se favorece la sostenibilidad de sus explotaciones”.

Con este objetivo Microgaia Biotech comenzó enfocando sus esfuerzos en una línea de investigación principal centrada en el desarrollo de bioproductos funcionales basados en propiedades biopesticidas, bioestimulantes y/o biofertilizantes de microorganismos naturales presentes en los suelos. 

Como complemento a la línea de investigación principal, impulsa dos líneas de investigación orientadas al desarrollo de tecnologías que favorezcan la eficiencia de estos bioproductos.

Una de ellas se basa en la inoculación estable de microorganismos con capacidades beneficiosas en matrices orgánicas procedentes de residuos de la industria agroalimentaria y también de poda. “Hemos protocolizado sistemas de compostaje en el cual podemos incluir una serie de microorganismos y el resultado es un producto que puede sustituir parte a un sustrato de cultivo en semilleros, viveros o, incluso, cultivos sin suelo”.

Estos sustratos, por un lado, protegen a la planta de infecciones y, por otro, le aportan ayudas a la nutrición. En ese sentido han realizado 10 proyectos de I+D interna, en solitario y/o en colaboración con centros públicos de investigación, universidades y empresas nacionales, francesas, checas e inglesas.

Sustrato de fuentes renovables

“La turba es un recurso que no es renovable y viene del norte de Europa y su explotación conlleva un trastorno medioambiental importante, así como de emisiones por transporte importantes”, sostiene Sánchez. Por ello, Microgaia Biotech está sustituyendo esa necesidad de turba por un sustrato que viene de fuentes renovables (residuos de poda o de industria agroalimentaria) y, además, lo valorizan con microorganismos que tienen funciones específicas.

Otra línea, destaca Cristóbal Sánchez, “está dirigida a ayudar al trabajo de los microorganismos desde el punto de vista de la protección, adelantándonos a la detección de presencia de microorganismos que pueden desembocar en una enfermedad en el cultivo”.

“Cuando detectas un microrganismo potencialmente peligroso en fases muy tempranas de infección puedes utilizar un producto muy específico en una dosis baja, con el consecuente ahorro y beneficio medioambiental, para tenerlo controlado y que no se extienda en el cultivo”, añade.

A través de técnicas moleculares han desarrollado una serie de herramientas para poder anticiparse a la detección de microorganismos sin que tenga por qué haber síntomas. “Detectamos esa presencia en un estado muy inicial de la invasión, ya sea en la planta o en el suelo”.

PCR en tiempo real

Asegura que “en cuanto a los sistemas de detección, tenemos un servicio único de fitodiagnóstico basado en PCR en tiempo real, una herramienta muy versátil y específica” y añade “somos capaces de detectar no solo género sino también de especie, incluso a nivel de subespecie o raza en algunos casos”.

“Tenemos herramientas que no existen en el mercado. Además, hemos desarrollado y puesto a punto kits para que otros laboratorios puedan ampliar su cartera de servicios y utilizar esta herramienta de detección en sus propias instalaciones”, matiza.

Para ello, desarrollan conjuntos de identificación específicos de microorganismos que pueden causar problemas en la planta o de aquellos que se utilizan como ayuda a la protección de cultivos para poder seguir, en tiempo real, la evolución de las poblaciones de microorganismos, tanto patogénicos como beneficiosos. Esto posibilita al agricultor una visión objetiva del estado fitosanitario real que tiene en campo.

“Esta tecnología es cada vez más asequible. Hace 10 años era impensable analizar con PCR en tiempo real en el sector agrícola, solo estaba al alcance del diagnóstico clínico en humanos”, incide.

Tecnología accesible

Ahora las técnicas se han ido abaratando y es susceptible de ser utilizada en el sector agrícola a unos costes similares a los que tiene un análisis foliar o de nutrientes o de residuos de plaguicidas en plantas.

Señala que las acciones preventivas se hacen de forma sistemática con un calendario de tratamientos preventivos, tratando de asegurar que los cultivos están protegidos. Eso conlleva utilizar productos de amplio espectro y utilizarlos mucho para que durante todo el ciclo de cultivo se aseguren que los cultivos están protegidos.

Cambio en el sistema de prevención

“Con esta herramienta que hemos desarrollado podemos cambiar un sistema de prevención sistemático por otro objetivo a base de herramientas que te permiten conocer si tu cultivo necesita un tratamiento preventivo o curativo y, además, poder dirigirlo hacia microorganismos concretos”, destaca.

En definitiva, lo que tratan es hacer una mejor selección de la materia activa con la que los agricultores van a tratar la planta, conocer el momento en el que va a ser más eficaz y anticiparse mucho, con lo cual la dosificación, además de ser más específico, es menos dañino para todo el entorno.

Sánchez mantiene que “es rentable porque quien ha incorporado esta herramienta a su trabajo diario, le permite ahorrar tratamientos, al vigilar el suelo y la planta de que está libre de riesgos”.

Permite, añade, ahorrar algún tratamiento y, al no tratar la planta sistemáticamente, está más fuerte, así como el suelo, el equilibrio de la microflora y, por tanto, la capacidad de la planta para nutrirse.

Además, señala que permite también ver la eficacia de un tratamiento fitosanitario. La PCR en tiempo real te ofrece información semicuantitativa de la carga de un microorganismo determinado por gramo de planta o del suelo con lo que, un análisis posterior al tratamiento permite comprobar la efectividad del mismo”.

Esta tecnología se usa como herramienta adicional de trabajo en empresas que quieren controlar todos los parámetros, tanto de riego como de fertilización como de estado fitosanitario de los cultivos; empresas de selección de semillas que buscan plantas que sean resistentes a determinadas enfermedades, también en laboratorios que hacen ensayos de eficacia en fitosanitarios...

“Lo que pretendemos es que se convierta en una herramienta más de trabajo de un técnico de campo, como lo es un análisis fisicoquímico del suelo o un análisis de residuos de plaguicidas”, afirma.

Diez años en el Parque Científico

Microgaia está formado por un equipo de 15 personas, y están implantados en el Parque Científico de Murcia desde 2012. En sus instalaciones dispone de un laboratorio de fitodiagnóstico certificado según ISO 9001-2015 y un laboratorio microbiológico de seguridad agroalimentaria con acreditación ENAC UNE-EN ISO/IEC 17025.

Además del servicio de laboratorio a terceros ofrecen kits de detección de microorganismos fitopatógenos y beneficiosos por PCR en tiempo real y trabajan directamente con el agricultor final, con empresas auxiliares y con laboratorios agroalimentarios que con estas herramientas pueden ampliar su cartera de servicios.