Últimos artículos
Consuelo Verdú: "Ahora más que nunca, hay que poner al cliente en el centro para darle soluciones"

Consuelo Verdú: "Ahora más que nunca, hay que poner al cliente en el centro para darle soluciones"

Consuelo Verdú: "Ahora más que nunca, hay que poner al cliente en el centro para darle soluciones"

La consultora y profesora de Innovación anima a 'intraemprender' y a "no tener miedo a probar y equivocarse"

"El emprendimiento es una actitud", recuerda en sus talleres la profesora de Innovación y Estrategia Consuelo Verdú. Enseña de forma amena e inspiradora a los empresarios a afinar su rumbo con técnicas como 'Lean startup' y 'Design thinking' para adaptarse a las nuevas exigencias del cliente.

Sobre las habilidades de la cultura innovadora profundizó en el taller impartido dentro de la oferta formativa del departamento de Innovación Empresarial del INFO, en el marco de la red Enterprise Europe Network (EEN SEIMED).

¿Es más difícil ahora que nunca motivar al emprendedor?

Al emprendedor o al intraemprendedor, esa persona que saca adelante sus proyectos, tiene la energía, la iniciativa, la curiosidad para hacerlo posible. Tienen esa motivación de forma intrínseca. Y esa misma figura la tenemos en el mundo corporativo y le llamamos intraemprendedor.

Si tu proyecto te gusta, te motiva y ves que tiene hueco en el mercado, te va dando vitaminas para seguir adelante. No especialmente es más difícil ahora, porque siempre hay oportunidades. No es un momento especialmente difícil. Después de la pandemia hay millones de oportunidades.

¿No encuentra ahora un cambio anímico en las conferencias y talleres?

Hay dos tipos de emprendedores. Los que quieren llevar a cabo su sueño y los emprendedores por necesidad. Este quizás es algo más frágil, porque tiene un condicionante de tiempo y de presupuesto. Si tienes este condicionante, tal vez deberías dejar el emprendimiento por un tiempo y ponerte a buscar trabajo, porque esto no es un camino de rosas. Ojalá fuera fácil hallar buenas oportunidades, pero en el fondo, si eres un emprendedor en serio, es un buen momento para todo.

La pandemia lo ha alterado todo, ¿con qué herramientas pueden las empresas reinventarse con el menor riesgo posible?

Hay un informe de una compañía llamada 'Board of innovation', que habla precisamente de cómo hemos de plantearnos estas nuevas oportunidades, que vienen dadas por los cambios de hábitos de los consumidores. Por eso aconsejamos a las empresas que 'mapeen' cómo están sus clientes, descubran qué cambios podemos hacer en nuestras empresas enfocados a las nuevas necesidades. Por ejemplo ahora estamos más en casa, de modo que adquieren relevancia en nuestras vidas las reformas de casa, la adaptación de espacios, el aumento del consumo 'online' y otros cambios. Esto significa que nos tenemos que adaptar y las empresas tienen que ver qué nuevas oportunidades se han creado a las orillas de nuestro negocio. Esto se llama 'innovación adyacente'. Si ya hablamos de cambios que no tienen que ver con nuestro negocio, es más 'innovación disruptiva'.

Debemos dedicar un porcentaje del presupuesto y del tiempo, cuando todo te va bien, a innovación. La clave es la observación y la adecuación al mercado.

¿El líder debe ser ahora un profesional en beta continuo, en constante aprendizaje?

Sin duda. Los líderes tienen que tener dos motivaciones, las intrínsecas y las extrínsecas. Las personas ahora son el activo más importante de las organizaciones, y los líderes deben promover esa motivación, esa autonomía, ese propósito común y el aprendizaje.

Los líderes ahora tienen que tener lo que llaman perfil STEM, que más que especialización, consiste en saber un poco de todo para tomar decisiones, que apoyes a tu gente para que tengan iniciativa, que les des curiosidad, que fomentes el trabajo en equipo y les des confianza.

Después de la crisis financiera y la pandemia aún en curso, al empresario le puede invadir el síndrome del hámster, el de dar vueltas en la rueda sin avanzar, ¿cómo reilusionarse y reilusionar al equipo?

Los gerentes, sin son dueños de su empresa, tienen la motivación de sacar adelante su negocio, tener personas a su cargo y tienen que estar al frente del barco. No siempre es fácil ilusionarse.

Hay que ser capaz de buscar nuevas cosas, de estar en continuo movimiento. Pensamos que, por ejemplo, Amazon todo lo que toca es oro, pero hay detrás un trabajo de experimentación, de prueba y error. Lo que recomiendo a los gerentes es que no paren nunca de hacer cosas, de experimentar, igual que hace Amazon, que lo mismo saca adelante un proyecto relacionado con la salud, que tiene un montón de pruebas y de incursiones fallidas en el mercado.

Es el momento de no pararse, de hacer pruebas. Es como si estuvieras en una habitación a oscuras y tienes que encender cerillas para ver las oportunidades. La motivación y la innovación van por ese lado. Siempre explorar nuevas cosas, prueba y error, y seguir adelante.

Puede parecer que sea pedir demasiado ahora a los empresarios que se formen, que adquieran nuevas habilidades, pero parece más necesario que nunca, sobre todo los intraemprendedores. ¿Es el momento de la formación?

Sin duda. Albert Einstein decía que una de las motivaciones es el continuo aprendizaje. Si nos seguimos formando, nos inspiramos, vemos cómo lo hacen otros, lo podemos adaptar a nuestra empresa.

La formación tiene que ser un pilar para los gerentes, para evitar ese síndrome de dar vueltas. La formación nos da esas burbujas de alivio, de oxígeno. Ver las nuevas prácticas y cómo aplicarlas en tu empresa no es necesario, es imprescindible.

¿Qué sectores tienen ahora más potencial en estos momentos de cambio?

Todo lo que responde a las necesidades del cliente. Todo lo que supone digitalizar y da nuevas oportunidades.

¿Hay una parte de las pymes que se están quedando varadas en los métodos tradicionales, como puede ser un porcentaje del comercio?

De un año a esta parte, las pymes están aprovechando la formación. Me gustaría que no fuese algo atípico, sino continuo. Entidades como el INFO apoya estas iniciativas, en las que las personas ven un poco de luz.

Grandes y pequeñas empresas están formándose. Hice un taller de 'Design thinking' para un restaurante de Segovia que tiene más de cien trabajadores. Al hablar de qué es lo que querían, nos decían que solo esperaban darles confianza, darles creatividad, el poder de pensar que sí se pueden lograr los objetivos.

Hay pequeños empresarios que piensan que la formación para ellos y para sus trabajadores puede ser una salida del túnel.

En el sector del comercio tradicional, que preocupa por cómo sufren esta crisis, ¿qué recomendaría para no perder el comercio de los barrios?

Hay muchas iniciativas con este objetivo. Unen fuerzas y establecen alianzas, venden por 'wasap' y veo que también hay un compromiso por parte de los ciudadanos por comprar en el comercio y no tanto 'online'.

Ellos están empezando a dar mejores servicios. Y nosotros tenemos un compromiso para que sigan vivos. No es fácil. Ellos tienen que innovar y perfeccionar el trato con el cliente.

Si pudiera suministrar loas valores del emprendimiento como con la pastilla roja de 'Matrix', ¿cómo sería ahora esa pastilla, en estos tiempos de evolución?

Es una pastilla de coraje, de diligencia, de energía. Tendría que tener la perseverancia porque nada se gana en un día; todo es prueba-error, prueba-error.

Se habla mucho de desmitificar el fracaso, de aceptar la cultura del error, pero a los empresarios ya no les queda mucho margen de error, ¿cómo incorporar la resiliencia ahora?

Cuando hablamos de prueba-error en el mundo del emprendimiento, coinciden tres tipos de proyectos: los que tienen que ver con las cosas que hacemos, lo que nos da de comer. Aquí no se admite tanto el fallo, disminuir los tiempos y los costes, incrementar los ingresos. Aquí la figura del fallo no está tan admitida. El coste es muy alto.

En emprendimiento es cuando se admiten la prueba y el error, porque nos permite descubrir cosas que no sabemos. Estamos explorando. Esa cultura del fallo es para cuando hacemos nuevos proyectos y no tenemos datos previos.

Lo más interesante es que tuviésemos dentro de las empresas proyectos para averiguar cómo hacer mejor lo que hacemos y también asumir la cultura de la prueba y el error para descubrir nuevas oportunidades y negocios. Al fin y al cabo, es innovación.

Al fin y al cabo, habría que dedicar algunos recursos a esto.

En sus talleres recuerda a menudo la necesidad de poner al cliente en el centro. ¿Qué herramientas puede utilizar el intraemprendedor para corregir el rumbo?

Tradicionalmente venimos de la cultura de producto. En los años cincuenta creábamos de forma masiva el producto y buscábamos mercados donde venderlos. Ahora viene un cambio de paradigma desde principios del año 2000, y es que no importa tanto el producto. Se me ocurre el caso de Iridium, que en 1989 lanza una tecnología de comunicación vía satélite con móviles. Después de recaudar 5.500 millones de dólares por todo el mundo, tarda 11 años en desarrollar esa tecnología. Cuando a finales de 1999 sale al mercado con un producto fantástico, con 77 satélites en el espacio, se da cuenta de que no lo quiere nadie.

El producto es importante, pero lo más importante ahora es el cliente. Estudia a tu cliente. Observa qué ha cambiado en su vida. Utilizamos una metodología que se llama 'design thinking', que está dirigida a estudiar a tu cliente. Habla con él compréndele, analiza sus dudas y preocupaciones. Cuando tengas claro qué problemas tiene, ofrécele soluciones diferentes y prueba cuál de ellas le encaja mejor. Hablamos de productos mínimos viables o que son adaptables a esas necesidades.

Ahora el cliente es el rey. A los clientes no les importa tu producto, sino solucionar su problema. Siempre que tu producto encaje con su solución, te comprará. Tenemos herramientas de inmersión. Hay una que se llama 'un día en la vida de tu cliente'. La aplicamos en una empresa de Alicante, y pidieron permiso para ser su sombra durante un día con el fin de descubrir cómo vive y se comporta.

¿Son herramientas que no requieren una gran inversión, sino un cambio de mentalidad?

Son trucos fáciles. Hablamos de 'mapear' los hábitos del cliente, de ver sus problemas. Y eso significa pasar tiempo con tu cliente. Y no necesariamente requiere una inversión.

¿Conoce la región de Murcia como para compartir su visión sobre las fortalezas y debilidades de su ecosistema emprendedor?

Conozco Murcia bastante. Con la Escuela de Organización Industrial he participado en eventos de coworking en el Parque Científico, y había el máximo número de personas. Siempre me ha parecido sorprendente a nivel de cómo se involucra la gente y del nivel de proyectos magníficos.

En 2017 formé parte del Día del Emprendedor con un taller de 'design thinking', y he visto que la Región es muy emprendedora e intrépida.

¿Cómo se ve desde fuera? ¿Cree que ese potencial emprendedor y tecnológico de la Región es aún desconocido?

En el fondo, creo que sí. El tema sería qué hacer para ser más visibles. En creatividad hacemos la técnica de las analogías, que es compararnos con alguien. A qué otro ecosistema nos podríamos parecer, como Valencia, Cataluña o Madrid. Qué iniciativas podríamos copiar para tener más visibilidad. Podríamos hacer más de estas iniciativas que hace el INFO, las aceleradoras, para ayudar a las empresa a innovar.

Hay que preguntarse qué nos impide tener más visibilidad. Aceleradoras internas, incubadoras, laboratorios de innovación, proyectos de emprendimiento, 'cocreación' entre empresas y startups, programas de financiación de capital riesgo...

Las dificultades de las comunicaciones también alejan. En un viaje que tuve que hacer de Madrid a Murcia decidí coger uno de los modelos de innovación en el transporte, que se llama 'Bla bla car', cada vez que iba. Descubrí a verdaderos emprendedores. Una de las veces conocí a un ingeniero agrónomo que intentaba introducir el caviar cítrico, un fruto australiano que se emplea para productos gourmet. Hizo estudio de adaptación del producto. Me lo llevé al 'coworking'. Esta inspiración es lo que hace falta.

PARA APRENDER MÁS...

- LOS TALLERES Y WEBINARS DE CONSUELO VERDÚ se pueden ver en su página web y en Youtube para aprender técnicas, encontrar inspiración y descubrir fórmulas para corregir el rumbo de un proyecto.

- CONOCER LAS OPORTUNIDADES DE LA RED EEN SEIMED  a través del INFO. Innovar, adquirir o vender tecnología, cooperar, descubrir e inspirarse a través de la mayor red de apoyo para pymes con proyección innovadora a nivel europeo.