"Hay que apostar por el prestigio de calidad de los productos murcianos y españoles en China"
JAIME PALAFOX, experto del sector agroalimentario y en análisis de mercados, cree que "la tecnología agrícola murciana tendrá un hueco en el mercado chino"
El pulso arancelario entre Washington y Pekín coincide con un repunte de las exportaciones de la región de Murcia al gigante asiático, que superó los 100 millones de euros facturados entre enero y marzo de este año. Con un aumento del 82% de las ventas de productos murcianos a China en el primer semestre de este año, Murcia se sitúa como la quinta provincia española en exportación de productos al mayor mercado del mundo.
El economista Jaime Palafox, experto en el sector agroalimentario y en análisis de mercados, advierte de la crisis china de carne porcina que esconden el tirón de ventas, y anima a apostar por estrategias más lentas pero con mayores resultados de futuro, como la consolidación de la fama de calidad de los productos murcianos y españoles. Palafox ejercerá como moderador en el seminario sobre las oportunidades del mercado chino para el sector agroalimentario, que tendrá lugar en el Instituto de Emprendimiento Avanzado, en Madrid, el próximo miércoles, 25 de septiembre.
Los asistentes podrán escuchar de primera mano las experiencias de empresarios con una larga trayectoria y conocimiento del consumidor chino y de las pecualiaridades de un mercado centralizado y complejo pero con un fuerte dinamismo, y que emerge ya como el segundo en importancia para las frutas y hortalizas españolas después de EEUU.
El propietario de Tradeco y representante de primeras marcas españolas, Carlos Barón; la importadora de productos gourmet Esther NG; el experto en e-commerce y exgerente de Osborne Greater China, Julio López Castaño, y el director de Internacional de COVAP, Abel Rodríguez, analizarán los desafíos de los exportadores españoles en China en el marco de un tablero geopolítico más cambiante que nunca.
La guerra comercial que mantienen abierta China y Estados Unidos parece haber beneficiado a regiones exportadoras como Murcia, ¿prevé que esta tendencia al alza se mantenga o se trata un fenómeno puntual?
Todo lo que sea aumentar ventas está bien, pero todo tiene su truco. Los exportadores cárnicos se están beneficiando del brote de peste porcina que sufre China, que se ha visto obligada a comprar productos porcinos fuera de sus fronteras, aparte de que China siempre ha sido un mercado estupendo, con una población de casi 1.400 millones de habitantes.
Cuando le quitas el dato de la crisis porcina, el aumento exportador no es tanto. A nivel nacional, un 1,5%. Sin embargo esta crisis durará un tiempo. Una crisis porcina no se resuelve en un año. También es cierto que en el sector agroalimentario, los aumento de exportación a China con rangos por encima del 20% han sido habituales en los últimos años. China es el mayor caso de éxito de los productores españoles. En los últimos 10 años, la tasa de crecimiento de ventas al gigante asiático no ha bajado del 15% al 18%. Son datos espectaculares.
¿Entonces ese tirón alcista se moderará a medio o largo plazo?
La crisis porcina durará un tiempo. Y en los próximos años, China intentará desviar el consumo de cerdo a otras carnes en mejor situación, como el pollo. Lo lógico es que se modere algo.
¿Qué sectores tienen mejores posibilidades en el mercado chino actualmente?
El gran porducto exportador es el cerdo y sus derivados. Incluso partes que en España ni se consumen, como los despojos, y en China se paga a precios interesantes. Este mercado tiene beneficios a todos los niveles, incluso el ambiental, ya que permite aprovechar económicamente este deshecho del cerdo. España ha hecho un mercado interesante de productos porcinos de más de 500 millones de euros en China. Murcia cuenta con un gigante exportador de porcino.
En frutas se mantiene una cuota de exportación, pero con dificultades. Se está negociando, pero va lento, en parte porque este sector se durmió en los laureles, no como el cárnico, que ahora recoge los beneficios.
Los vinos han aumentado su presencia en China, y en eso Murcia también se ve beneficiada, con Jumilla a la cabeza, aunque desde el año pasado se detecta un descenso importante en la compra de vinos después del 'boom'. Y es difícil de explicar, como casi todas las reacciones comerciales en China, donde hay una economía centralizada, y basta una directriz de un ministerio para que tenga un impacto en el mercado. Se sospecha un retorno a los productos locales.
Otro producto de interés, como el aceite de oliva, experimenta un crecimiento lento y sostenido. Vendemos allí más aceite que los italianos, pero con un crecimiento de entre el 2% y el 4%. Luego hay otro sector, el de las golosinas, en el que Murcia también tiene presencia, que se van introduciendo bien en China. En cuanto al pescado, es un mundo con una tupida red de exportación e importación que tiene otro análisis propio. Y luego hay algo de venta de queso español.
¿Qué posición tienen los productos murcianos de cara al consumidor chino?
China es un país con más de mil millones de habitantes, pero los que son consumidores potenciales de productos importados se reducen a 200 millones, que ya está bien. Son las clases emergentes, media y alta, las que pagan algo más por un producto de fuera. Y esas clases medias siguen creciendo. España tiene una cuota de mercado del 13%, y sus productos allí son más conocidos que otros. Concretamente sobre la marca Murcia no lo sé, pero por ejemplo ElPozo vende bien. En general los productos españoles y europeos tienen buena imagen.
¿Se prevén medidas de estímulo del producto local desde Pekín en detrimento del importado?
China es deficitaria en producción. Importa más de lo que consume. Esa gran población necesita suministro, pero surgieron problemas de crisis alimentarias y por eso importan mucho. Desde el Gobierno no se han puesto restricciones a la compra de productos alimentarios, pero es verdad que no querría ser tan dependiente del exterior. Por otro lado, estoy convencido de que hay un hueco creciente para sectores nuevos como la tecnología agrícola, en la que Murcia está destacando, sobre todo si China quiere desarrollar su sector productivo.
¿No cree que la guerra de aranceles con EEUU vaya a dar un empuje a los productos españoles y en concreto a los murcianos?
Hay productos en los que Estados Unidos es fuerte, como la soja, en la que España es insignificante. Los competidores están en otro sitio. En productos lácteos y vino, Australia es más fuerte y está más cerca. Esta crisis es muy negativa, tanto para China y EEUU como para el resto del mundo, pero puede suponer aportaciones en algún mercado concreto, como el de la almendra. Aunque España no tiene autorización para venderla en China, pero si dura la crisis, podríamos sustituir a EEUU como suministrador.
En general no creo que la guerra de aranceles vaya a suponer un aumento de las exportaciones españolas. Tenemos que apostar por el prestigio de los productos españoles y los murcianos. Tenemos una ventaja, y es que somos percibidos como productos de gran calidad y hay que insistir en eso.
¿Qué aconseja a los empresarios murcianos que quieren llamar a la puerta del mayor mercado del mundo?
Lo primero es poner un ojo en China. Es un país al que merece la pena dedicarle tiempo y esfuerzo. También digo que con cuidado, porque puede tener consecuencias negativas. Hay que estudiar las posibilidades e informarse mucho porque es un país complejo. Otro consejo es que las grandes ciudades como Shangai o Pekín están saturadas, pero se puede apostar por ciudades de segundo nivel de varios millones de habitantes y con hoteles.
¿Qué estrategias deberían incluir los exportadores murcianos para aprovechar las oportunidades del mercado chino?
Es un mercado muy complejo. También por su maraña administrativa. Hay que ir con la menta abierta y con capacidad de reacción. Y hay que tener registrados los derechos de la propiedad de marca porque en otros sitios no se da, pero en China cuando un producto tiene éxito, enseguida viene alguien y te copia.
Hay que estudiar bien el mercado para ver quién será tu socio en China. Y tener en cuenta que es un continente. Hay que hacer un trabajo por zonas y en red. Lo ideal es buscar agentes en destino, que sean tu cara y tus ojos allí. Que sea personal chino porque la barrera idiomática puede ser un problema.
¿El comercio electrónico ofrece una vía alternativa, quizás más rápida, a las pymes para introducir sus productos en China?
China es uno de los líderes en comercio electrónico. Allí están Alibaba y otros. Yo tendría cuidado porque hay cierta burbuja en el comercio electrónico. Amazon y los grandes te ofrecen sus plataformas para vender y hay veces que la gente se obnubila, y luego haces una inversión importante y el retorno no es tanto. Hay que estudiar bien cada paso, poner el ojo y los pies en China, y después tomar decisiones. No al revés.
Con un tablero geopolítico tan cambiante, en el que intervienen el Brexit o las guerras comerciales entre gigantes, ¿qué mercados emergentes le parecen más aconsejables para el productor murciano?
Lo primero es ver cuáles son los países que más crecen desde el punto de vista económico y con unas clases medias emergentes. Luego estudiar las posibles trabas comerciales. Ver en qué países se establecen acuerdos comerciales con la Unión Europea de los que nos podamos beneficiar, y también las exigencias fitosanitarias.
Me pueden salir una docena de países de elevado interés. El mayor crecimiento lo tenemos en el continente asiático, con una crecientes clases medias. Ahí destacan China, Corea y Japón. Este último relativamente estancado pero cada vez más abierto, ya que este año ha entrado en vigor un tratado de libre comercio con la UE.
Tenemos en el radar a Canadá, con una gran capacidad de consumo y también con acuerdo de libre comercio con la UE. En el sudeste asiático tenemos Indochina, Malasia, Vietnam y Singapur como zona de interés, e incluso Filipinas. Muchos empresarios ponen su vista en Latinoamérica, pero la realidad es que vendemos mucho más a Corea que a Brasil o México, y el mercado futuro está en Asia. Yo tendría en el radar a China y Corea.